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De la imagen a la realidad

De la imagen a la realidad

Estamos viviendo una era en la que resulta tan fácil comunicarnos con el vecino como hacerlo con un amigo que se encuentra de intercamio en Corea del sur, o con un familiar que vive en los Estados Unidos,  y esto gracias a los avances tecnológicos que nos han acercado más a culturas a las que en tiempos remotos jamás hubiéramos pensado en conocer.

Es justamente este hecho el que nos lleva a una especie de homogeneización en diversos sentidos: ya no nos es ajeno lo que sucede en Asia o Europa (o no debería serlo), tenemos acceso a noticias, música, literatura, arte, cine, en resumen a lo que ya hemos dicho: al sinfín de culturas que hay en nuestro planeta,  y, en cuestión de la imagen, nos encontramos con lo que Gubern llamaría la “uniformización estética e ideológica planetaria”.

¿Cuál es la importancia de esto?

Recapitulemos lo que Gubern nos decía acerca de la percepción visual:

“las claves  determinantes de la percepción visual humana (…) derivan de tres factores: el factor fisiológico, el factor cultural o sociocultural, y el factor individual” el primero hace referencia a nuestra genética; el segundo  a las tradiciones del grupo social al que pertenecemos; y el tercero a la historia personal de cada uno de nosotros.

Resumiendo: los cambios tecnológicos que nos llevan a conocer otras culturas  derivan en la uniformización estética,  lo cual influye en la percepción que tenemos de nuestro mundo. Aplicando esto a la imágen vemos el impacto que tiene en cómo representamos e interpretamos nuestra realidad.

El ser humano ha buscado representar el mundo desde las épocas primitivas (pinturas rupestres). Miles de años después y tras el desarrollo de diferentes corrientes y vanguardias en la pintura el hombre sigue representando su realidad.

Para Freud sería ese "apetito de ver" que nos ha llevado a buscar nuevas  formas de respresentación o inovar las ya existentes y es que al fondo de esto encontramos esa necesidad de entender (y así controlar) el mundo que nos rodea.

Lo que no debemos pasar por alto es que una imagen (sea una fotografía, dibujo, pintura, etc.) no está ni cerca de ser la realidad, simplemente funge como una interpretación de lo que el productor percibe y decide plasmar.

Como diría Gubern "El artista propone y el espectador dispone".

 

 

Bibliografía: Del bisonte a la realidad virtual. Gubern, Roman.

Araceli Magdalena García Madrigal

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